martes, 3 de julio de 2012

Algunos apuntes al respecto de lo que sucede con nuestros edificios…

y de la última noticia aparecida en prensa sobre el derrumbe de un edificio en Lleida.


Imagen del edificio derrumbado en Lleida

No es la primera vez que nos despertamos con noticias como esta: “el derrumbe de un edificio ha costado la vida a…….”, “el desprendimiento de la cornisa de un edificio de viviendas, recientemente reformado, ….”

Tratamos inmediatamente de forma inercial de buscar responsables en primer término, causas en segundo lugar y por último con fuerza tratamos de justificar cómo podría haberse evitado el siniestro y más aún si ha sucedido alguna desgracia personal.

Ante noticias de esta índole y como responsable de una empresa cuyo objetivo y fin es velar por la salud de los edificios, que es además velar por la salud de las personas que los habitan, respondo a estas cuestiones inmediatas de forma que sirvan para cambiar o mejorar….
  • Responsables, si los hay valoraremos su intencionalidad o negligencia cuando demos respuesta a las otras que en principio nos parecen más interesantes.
  • Causas, aquí si es importante hacer el máximo esfuerzo, porque del resultado del análisis consolidaremos la formación técnica del equipo de cité, arquitectos, arquitectos técnico e ingenieros, y podremos crear protocolos de actuaciones preventivas para otras situaciones de riesgo de las mismas características.
Si es posible además, trataremos con urgencia de tomar las medidas preventivas que nos garanticen la seguridad ciudadana.

Las causas hay que tener en cuenta que pueden ser de diferente índole y por lo tanto las respuestas han de ser concretas:

1.  Falta de Mantenimiento 

Nuestra experiencia nos ha puesto de manifiesto que la falta de Mantenimiento prolongada en el tiempo, provoca situaciones de riesgo que si no son detectadas pueden acabar en el derrumbe de la edificación. Nuestra conclusión en estos casos es determinante, ya que la responsabilidad del mantenimiento corresponde “siempre” al propietario del edificio.
En situaciones extremas cuando el propietario se escuda en su precaria situación económica, nuestra respuesta es siempre la misma, la situación puede empeorar si además ustedes se quedan sin vivienda. Poner los medios necesarios para que esto no suceda es una tarea de mucha responsabilidad que corresponde al Arquitecto y que pasa por asumir una respuesta concreta que resuelva la problemática del edificio en función de las posibilidades de sus propietarios, y siempre con la colaboración e implicación de los propietarios, sin ésta nada es posible.

El Arquitecto es para los propietarios de los Edificios el “Médico de Cabeceraque diagnostica y receta, si es necesario pide otras pruebas complementarias, análisis, radiografías, etc, [en el caso de los edificios catas, pruebas de observación de lesiones en el tiempo, informes concretos sobre la estabilidad de la estructura o el comportamiento de otros sistemas constructivos…] o nos envía al especialista y este a su vez describe las actuaciones necesarias según su criterio y especialización.

Esto es lo que todos sabemos que necesitamos para nuestros Edificios, y que  cité pone a disposición de los propietarios y usuarios, mediante un Plan de Mantenimiento específico para cada tipo de Edificio, por grande y por pequeño que sea, con un Técnico de Cabecera, que de forma continua y programada vele por la Salud de los Edificios.

Lo más importante es tener una visión global del Edificio, de su uso, del comportamiento de los sistemas constructivos y de sus instalaciones. A partir de ahí podemos prevenir y programar las actuaciones que fueran necesarias para reestablecer las condiciones de seguridad y salubridad óptimas, así como las que sean recomendables de mejora.

La visión global del Edificio por un técnico competente y cualificado, es más que la suma de las respuestas concretas a cada una de las partes del mismo.


2. Falta de precaución por intervenciones en Edificaciones colindantes o de urbanización próximas al Edificio

Los Técnicos de Cabecera de Cité se encargan de velar por la seguridad de aquellos Edificios de los que se le ha encomendado su gestión para el mantenimiento, y una de nuestras responsabilidades es controlar que cualquier situación de las descritas en este apartado, se llevan a cabo con las necesarias medidas de seguridad.


3. Situaciones imprevistas, incontroladas e inevitables

Las Normativas que hacen referencia a la seguridad de las Edificaciones, se han ido adaptando y actualizando, dependiendo del tipo de edificación y de su ubicación geográfica, por lo que tenemos constancia de que las situaciones de riesgo por agentes atmosféricos, climatológicos y catástrofes naturales, se han minimizado.

Sin embargo hay situaciones imprevisibles e incontrolables que en ocasiones puntuales nos llevan a catástrofes naturales en las que la causa exime de responsabilidades a cualquier agente implicado en el proceso constructivo y por lo tanto a la posibilidad de que se hubieran podido evitar.

Otras muchas edificaciones, por la falta de Mantenimiento en la mayoría de los casos, han perdido sus condiciones iniciales de comportamiento estructural, condiciones térmicas, condiciones de salubridad, etc. siendo el resultado de la suma de todas ellas, una situación de riesgo grave para el edificio que ya no mantiene las condiciones iniciales y que por lo tanto ante situaciones imprevistas no darán la respuesta inicialmente esperada.

La reflexión inevitable para cualquier ciudadano pasa por sentirse responsable de cuidar su edificio, que no se limita a su vivienda, ni en concreto a los problemas que le afectan a él de forma particular.

Lo que ha sucedido ya no se puede evitar, pero podemos evitar finales indeseados con actuaciones preventivas.


La presencia de un Técnico de Cabecera en cada edificio es la respuesta, que además sea independiente de cualquier empresa de mantenimiento, constructora, de reformas o instaladora, para poder defender los derechos de nuestros clientes, que son los propietarios de los Edificios y para los que hay que buscar la respuesta más eficiente.

Estamos a su disposición para poder comentar, informar o simplemente para poner a su disposición una reflexión inevitable, ¿por qué no tengo un libro de mantenimiento de mi edificio y si que lo tengo de mi coche, lavadora, friegaplatos…?

No nos lamentemos por lo que no hemos hecho…., nunca es tarde para empezar a preocuparnos de la Salud de nuestros Edificios que es la nuestra.


María Jesús Llanos Gallegos
Arquitecta.
Directora Ejecutiva de CITÉ

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